Enero–abril 2023
Vol. 2, No. 1, 21-30
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Revista Científica Multidisciplinaria Ogma / Enero–abril 2023 / Vol. 2, No. 1, 21-30
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Importancia de reducir el estrés laboral en los docentes
Importance of reducing occupational stress in teachers
Mero Macías, Vanesa Guadalupe
1
https://orcid.org/0000-0002-3139-3893
vanesa.mero@educacion.gob.ec
Unidad Educativa Vivian Luzuriaga
Vásquez
Ecuador
Galeas Guevara, Jessica Jacqueline
3
https://orcid.org/0009-0003-9770-3078
jessica.galeas@eduacion.gob.ec
Unidad Educativa 9 de Octubre
Ecuador
Maldonado Jaramillo, Jimena del
Rosario
2
https://orcid.org/0000-0003-2239-4584
jimenitas1404@gmail.com
Unidad Educativa Dr. Alfredo Pareja
Diezcanseco
Ecuador
Ríos Silva, Mayra Alexandra
4
https://orcid.org/0009-0006-8484-2433
mayraa.rios@eduacion.gob.ec
Unidad Educativa Víctor Emilio Estrada
Ecuador
1
Autor de correspondencia.
Recibido: 2022-11-05 / Revisado: 2022-11-21 / Aceptado: 2023-01-09 / Publicado: 2023-01-31
Forma sugerida de citar: Mero Macías, V. G., Maldonado Jaramillo, J. del R., Galeas Guevara, J. J., & Ríos Silva, M.
A. (2023). Importancia de reducir el estrés laboral en los docentes. Revista Científica Multidisciplinaria Ogma, 2(1), 21-
30. https://doi.org/10.69516/dwf3cn42
Resumen:
El ensayo tiene como objetivo explorar la importancia
de reducir el estrés docente, no solo como una medida
de bienestar laboral, sino como una estrategia crucial
para mejorar la calidad de la educación. A partir de lo
mencionado, se propone una revisión de la literatura
en la que se aborda el concepto de estrés docente y
se lo relaciona con sus síntomas, causas y
consecuencias. Al mismo tiempo se agrega como un
elemento importante la concepción de estrategias que
serían útiles para reducir el estrés en los docentes para
que puedan realizar un mejor quehacer educativo. Por
otro lado, es relevante mencionar que se agregan
estadísticas en la que demuestran que en América
Latina los docentes presentan estrés en un 65%, lo
cual es un indicador sobre la necesidad de estudiar
este problema y plantear soluciones. Finalmente, en
las conclusiones se presentan las reflexiones sobre la
importancia de reconocer al estrés docente como un
problema de salud que afecta la calidad de la
educación.
Palabras clave: Estrés; Docente; Educación.
Abstract:
The purpose of this essay is to explore the importance
of reducing teacher stress, not only as a measure of
work wellbeing, but also as a crucial strategy to
improve the quality of education. Based on the above,
a review of the literature is proposed in which the
concept of teacher stress is addressed and related to
its symptoms, causes and consequences. At the same
time, it is added as an important element the
conception of strategies that would be useful to reduce
stress in teachers so that they can perform a better
educational task. On the other hand, it is relevant to
mention that statistics are added showing that 65% of
teachers in Latin America suffer from stress, which is
an indicator of the need to study this problem and
propose solutions. Finally, the conclusions present
reflections on the importance of recognizing teacher
stress as a health problem that affects the quality of
education.
Keywords: Stress; Teacher; Education.
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1. INTRODUCCIÓN
En tiempos recientes se ha planteado la pregunta ¿Cómo puede una sociedad aspirar a
un sistema educativo de alta calidad sin prestar atención al bienestar de sus educadores?; en
este sentido, la carga de estrés en los docentes ha recibido mayor atención por parte de
investigadores y políticos educativos, marcando un reconocimiento creciente de su impacto tanto
en la salud de los maestros como en la eficacia de la enseñanza. Este trabajo se propone explorar
la importancia de reducir el estrés docente, no solo como una medida de bienestar laboral, sino
como una estrategia crucial para mejorar la calidad de la educación.
A lo largo de las últimas décadas, diversos estudios han documentado cómo el estrés
afecta negativamente la capacidad de los docentes para enseñar de manera efectiva, influir
positivamente en sus alumnos y, en última instancia, disfrutar de su profesión. En este contexto,
abordar el estrés docente no es un lujo, sino una necesidad urgente que requiere una acción
inmediata y sostenida. Este documento tiene como objetivo examinar las causas principales del
estrés entre los docentes, las consecuencias de no abordarlo adecuadamente y las estrategias
más prometedoras para mitigar sus efectos, basándose en investigaciones actuales y estudios
de caso relevantes.
A partir de lo mencionado, el estrés en los docentes es un fenómeno complejo que afecta
tanto a su bienestar personal como a su desempeño profesional. Diversos estudios han
demostrado que los factores que contribuyen al desarrollo del estrés en los maestros incluyen la
autoeficacia laboral, la motivación, la satisfacción con el desarrollo profesional y la experiencia
en la enseñanza. Estos factores son determinantes en cómo los docentes perciben y manejan
las demandas de su trabajo, lo que a su vez impacta su nivel de estrés. La percepción de estrés
es altamente subjetiva y depende de las características individuales y contextuales de cada
docente (Mujtaba & Reiss, 2013).
Uno de los enfoques más prometedores para la reducción del estrés en docentes es el
entrenamiento en mindfulness. Este tipo de entrenamiento se ha mostrado eficaz en la reducción
del estrés, la depresión y la ansiedad. Implementar programas de mindfulness como parte del
desarrollo profesional de los maestros puede traducirse en beneficios tangibles para su bienestar
y efectividad en el aula. Además, la práctica regular de técnicas de mindfulness puede ayudar a
los docentes a manejar mejor las emociones y reducir la reactividad fisiológica al estrés (Flook
et al., 2013).
Las condiciones laborales también juegan un papel crucial en el estrés de los docentes.
Factores como la sobrecarga de trabajo, un ambiente escolar pobre y el comportamiento de los
alumnos son fuentes habituales de estrés (Mujtaba & Reiss, 2013). Estudios han encontrado que
la falta de autonomía y el aumento de la carga de trabajo y las medidas de rendición de cuentas
son factores significativos que contribuyen al estrés de los maestros. Mejorar el clima escolar y
ofrecer mentoría de calidad puede ayudar a reducir estos estresores y mejorar la satisfacción
laboral de los docentes (Hepburn et al., 2021).
Además de los factores organizacionales, las características personales como la
estabilidad emocional, el compromiso con el trabajo y la satisfacción con la vida también influyen
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en los niveles de estrés de los docentes (Wettstein et al, 2021). La implementación de programas
de intervención que incluyan actividades físicas puede ser una estrategia efectiva para reducir el
estrés y mejorar la calidad de vida de los maestros (Mariano et al., 2023). En efecto, abordar el
estrés docente requiere una aproximación multifacética que considere tanto los factores
individuales como los organizacionales para promover un entorno de trabajo saludable y efectivo
para los educadores.
2. DESARROLLO
Síntomas del estrés en docentes
El estrés en los docentes es un fenómeno ampliamente documentado y afecta a su
bienestar emocional, físico y mental. Numerosos estudios han identificado fuentes comunes de
estrés entre los profesores, tales como la sobrecarga de trabajo, la falta de disciplina en el aula,
y la presión del tiempo (Alicante & Abacar, 2018). Estos factores pueden desencadenar una
variedad de síntomas de estrés que impactan negativamente en su desempeño profesional y en
su calidad de vida.
Los síntomas de estrés en los docentes pueden manifestarse de diversas maneras.
Algunos estudios han encontrado que las manifestaciones emocionales son comunes,
incluyendo ansiedad, depresión y agotamiento emocional (Kourmousi & Alexopoulos, 2016).
Además, los docentes pueden experimentar síntomas físicos como fatiga, problemas
cardiovasculares y trastornos gastrointestinales. Estos síntomas no solo afectan la salud de los
profesores, sino también la calidad de la educación que pueden ofrecer a sus estudiantes.
El apoyo de colegas y supervisores puede jugar un papel crucial en la mitigación de los
síntomas de estrés. La investigación ha demostrado que el respaldo de los supervisores reduce
significativamente todas las manifestaciones de estrés en comparación con el apoyo de los
colegas, que ayuda más a reducir la fatiga y las manifestaciones cardiovasculares (Kourmousi &
Alexopoulos, 2016). Este tipo de apoyo se ha identificado como un factor protector en diversos
grupos ocupacionales, y es especialmente relevante en el contexto educativo.
Es importante destacar que ciertos grupos de docentes son más vulnerables al estrés.
Por ejemplo, las mujeres y los docentes más jóvenes tienden a reportar niveles más altos de
estrés y síntomas más severos (Kourmousi & Alexopoulos, 2016). La experiencia y la edad
parecen actuar como factores mitigantes, ya que los docentes con más años de servicio y mayor
edad tienden a mostrar menos síntomas de estrés. Estos hallazgos subrayan la necesidad de
diseñar intervenciones de manejo de estrés que sean específicas para diferentes grupos de
docentes y que tomen en cuenta factores como el género y la experiencia laboral.
Tipos de estrés en docentes
El estrés en los docentes puede clasificarse en diferentes tipos, dependiendo de su origen
y manifestaciones. Uno de los tipos más comunes es el estrés relacionado con la carga de
trabajo. Los maestros frecuentemente enfrentan largas horas de trabajo, grandes tamaños de
clase y múltiples responsabilidades administrativas que pueden generar una gran presión. Este
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tipo de estrés se ve exacerbado por la falta de recursos y apoyo institucional, lo que aumenta la
sensación de sobrecarga y agotamiento (Medeiro et al., 2019).
Otro tipo de estrés es el estrés relacionado con las relaciones interpersonales. Las
interacciones diarias con estudiantes, padres y colegas pueden ser una fuente significativa de
tensión. Problemas de disciplina en el aula, conflictos con padres o la falta de apoyo de los
colegas pueden generar sentimientos de frustración y ansiedad. Este tipo de estrés es
particularmente evidente en los profesores novatos, quienes todavía están desarrollando sus
habilidades de gestión del aula y negociación de conflictos (Phillips et al., 2007; Gutierrez et al.,
2016).
El estrés también puede estar relacionado con factores personales y emocionales. Los
docentes que tienen una baja autoeficacia, es decir, que no confían en su capacidad para
manejar las demandas del trabajo, tienden a experimentar niveles más altos de estrés. Además,
aquellos que carecen de un equilibrio adecuado entre la vida laboral y personal pueden sentirse
constantemente agobiados por sus responsabilidades profesionales, lo que desemboca en
agotamiento emocional y físico (Spilt et al., 2011).
Finalmente, el entorno educativo y las políticas institucionales juegan un papel crucial en
la generación de estrés. Factores como las expectativas altas, la presión para obtener buenos
resultados académicos y la falta de oportunidades para el desarrollo profesional contribuyen
significativamente al estrés laboral. Las diferencias en la percepción y manejo del estrés según
la formación y experiencia de los docentes también son evidentes, lo que sugiere la necesidad
de intervenciones específicas y personalizadas para mitigar estos efectos negativos (Galanakis
et al., 2011).
Causas del estrés docente
El estrés docente es un fenómeno ampliamente reconocido que afecta tanto la salud
mental como el desempeño profesional de los maestros. La literatura científica ha identificado
múltiples factores que contribuyen a este problema. Un factor crucial es el ambiente
organizacional en las escuelas. Un clima escolar negativo, caracterizado por la falta de apoyo y
la mala comunicación, puede disminuir el bienestar de los maestros y aumentar sus niveles de
estrés (Primack et al., 2023). Además, la necesidad constante de adaptarse a cambios
estructurales y políticos, especialmente durante la pandemia de COVID-19, ha exacerbado el
estrés docente y disminuido su bienestar subjetivo y objetivo .
Otro factor significativo es la carga de trabajo. Los maestros a menudo enfrentan una
carga laboral excesiva que incluye no solo la enseñanza, sino también tareas administrativas y
la supervisión de estudiantes. Esta carga puede dificultar la coordinación de la clase y el
mantenimiento del control, lo que aumenta las manifestaciones de estrés. Además, la falta de
tiempo para completar todas las tareas asignadas y la presión constante para cumplir con altos
estándares educativos contribuyen significativamente al estrés (Kourmousi & Alexopoulos,
2016).
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El apoyo social, o la falta del mismo, también juega un papel crucial en los niveles de
estrés de los maestros. La investigación ha demostrado que el apoyo de colegas y supervisores
actúa como un amortiguador contra el estrés ocupacional. Sin embargo, cuando este apoyo es
insuficiente, los maestros experimentan niveles más altos de fatiga y manifestaciones
cardiovasculares de estrés (Kourmousi & Alexopoulos, 2016). En particular, el apoyo de los
supervisores es más eficaz en la reducción de todas las manifestaciones de estrés en
comparación con el apoyo de los colegas .
Los factores personales como la autoeficacia en la gestión del aula y la experiencia laboral
también influyen en los niveles de estrés. Los maestros con baja autoeficacia en la gestión del
aula tienden a experimentar más agotamiento emocional debido a las perturbaciones en el aula
[3]. Además, los maestros más jóvenes y con menos experiencia reportan niveles más altos de
estrés en comparación con sus colegas más experimentados, quienes han desarrollado mejores
estrategias de afrontamiento con el tiempo (Kourmousi & Alexopoulos, 2016). La combinación de
estos factores destaca la necesidad de intervenciones específicas para reducir el estrés docente
y mejorar su bienestar general.
Consecuencias del estrés docente
El estrés docente es un problema significativo que afecta tanto a los profesores como a
sus estudiantes. Diversos estudios han demostrado que los maestros que experimentan altos
niveles de estrés y agotamiento tienden a reportar mayores dificultades de salud física y mental,
así como niveles de satisfacción laboral por debajo del promedio (Oberg et al., 2023). Este estrés
no solo impacta negativamente la calidad de vida del docente, sino que también puede llevar a
un aumento en las tasas de ausentismo, lo cual interrumpe la consistencia en la enseñanza y la
gestión del comportamiento en el aula, contribuyendo a resultados académicos y conductuales
deficientes entre los estudiantes .
Además, el estrés docente puede deteriorar la relación entre el maestro y el alumno, lo
que es crucial para el éxito académico de los estudiantes. Por ejemplo, la percepción que tienen
los estudiantes del apoyo de sus maestros está directamente influenciada por el nivel de estrés
y agotamiento que experimentan los docentes (Carroll et al., 2021). Esta percepción puede
afectar el sentido de pertenencia de los estudiantes en la escuela, su percepción de competencia
académica y su rendimiento en materias como matemáticas. Por lo tanto, mejorar el bienestar
de los docentes no solo beneficia a los propios maestros, sino que también tiene un impacto
positivo en la percepción y el rendimiento académico de los estudiantes.
Los problemas de salud asociados con el estrés crónico, como la ansiedad, la depresión
y la somatización, también afectan la capacidad cognitiva de los maestros, incluyendo su
flexibilidad cognitiva y control ejecutivo. Estas habilidades son esenciales para la enseñanza
efectiva, y su deterioro puede influir negativamente en el ambiente de aprendizaje en el aula. Por
lo tanto, es crucial abordar el estrés docente de manera integral, no solo mediante intervenciones
individuales como la reducción del estrés y la promoción del bienestar, sino también abordando
los factores sistémicos que contribuyen al estrés, como las condiciones laborales y el apoyo
administrativo (Carroll et al., 2021).
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Finalmente, investigaciones recientes sugieren que los programas de reducción de estrés
para maestros pueden tener efectos positivos tanto para los docentes como para los estudiantes
[5]. Estos programas, que incluyen técnicas como la reducción del estrés basada en la atención
plena y programas de mejora de la salud, han demostrado reducir significativamente el estrés y
el agotamiento en los maestros, lo que a su vez mejora el entorno académico y la percepción del
apoyo por parte de los estudiantes (Carroll et al., 2021). Estos hallazgos subrayan la importancia
de implementar políticas educativas que promuevan el bienestar docente como una estrategia
no solo para mejorar la vida de los maestros, sino también para fomentar un entorno de
aprendizaje más saludable y productivo para los estudiantes.
Estrategias para disminuir el estrés en docentes
El estrés en los docentes es un problema ampliamente reconocido, con efectos negativos tanto
en la salud física como mental de los educadores. Alteraciones en el ciclo del sueño, dificultades
para concentrarse, y manifestaciones de ansiedad y depresión son algunos de los síntomas más
comunes asociados al estrés laboral en este sector (Veras, 2020). Diversos estudios han
clasificado la docencia como una profesión altamente estresante debido a la presión constante y
a las demandas laborales. Es esencial, por lo tanto, desarrollar estrategias efectivas para
disminuir este estrés y mejorar la calidad de vida de los docentes.
Una de las estrategias más eficaces para reducir el estrés en docentes es la práctica del
mindfulness. Esta técnica, que implica prestar atención de manera consciente y sin juicio a las
experiencias presentes, ha demostrado ser efectiva en la reducción de la ansiedad y el aumento
del bienestar emocional. Estudios han confirmado que la práctica regular de mindfulness puede
disminuir significativamente los niveles de estrés y ansiedad en docentes, mejorando su
capacidad para concentrarse y su rendimiento laboral (Bonastre, 2023). Integrar sesiones de
mindfulness en la rutina diaria de los docentes puede ser una herramienta poderosa para
gestionar el estrés.
Además de mindfulness, la formación en técnicas específicas para el manejo del estrés es
crucial. Crear programas formativos que ofrezcan información, técnicas y recursos para que los
docentes aprendan a controlar y afrontar su estrés puede tener un impacto positivo en su
bienestar emocional y en el clima escolar (Barreda & Catalán, 2012). Estos programas deben
incluir estrategias tanto cognitivas como conductuales, tales como la planificación y la resolución
de problemas, que han sido identificadas como efectivas para lidiar con el estrés (Bermejo, 2016).
La formación continua en estas habilidades no solo beneficia a los docentes, sino también a sus
alumnos y a toda la comunidad educativa.
Finalmente, el fortalecimiento del apoyo social y la creación de un ambiente de trabajo positivo
son fundamentales para reducir el estrés en docentes. El apoyo de colegas, familiares y amigos
puede actuar como un factor protector contra el síndrome de burnout, mientras que la falta de
apoyo puede aumentar el riesgo de desgaste emocional y despersonalización (Acosta &
Burguillos, 2014). Fomentar un clima escolar colaborativo y positivo, donde los docentes se
sientan valorados y apoyados, puede mejorar significativamente su bienestar y rendimiento
laboral (Barreda & Catalán, 2012). En conclusión, combatir el estrés en docentes requiere un
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enfoque multifacético que incluya prácticas de mindfulness, formación en manejo del estrés y
fortalecimiento del apoyo social.
Datos sobre estrés docente
A continuación, se presentan datos de diferentes países que indican los niveles de estrés
docente y su asociación con causas y consecuencias:
Tabla 1.
Porcentajes sobre estrés docente
País
Porcentaje de
docentes que
reportan estrés
alto
Causas del estrés
Consecuencias del estrés
Estados
Unidos
50%
Carga de trabajo excesiva, falta
de apoyo, relaciones difíciles
con estudiantes y padres,
violencia escolar, bajo salario
Agotamiento, burnout, depresión,
ansiedad, problemas de salud
física, absentismo, abandono de
la profesión
España
70%
Carga de trabajo excesiva, falta
de recursos, reformas
educativas, burocracia,
relaciones difíciles con
estudiantes y padres
Agotamiento, burnout, depresión,
ansiedad, problemas de salud
física, absentismo, abandono de
la profesión
Finlandia
20%
Carga de trabajo alta, pero con
mayor autonomía y apoyo
Agotamiento, burnout, depresión,
ansiedad
China
80%
Carga de trabajo excesiva,
presión para tener un alto
rendimiento académico, largas
horas de trabajo, falta de apoyo
Agotamiento, burnout, depresión,
ansiedad, problemas de salud
física, absentismo, suicidio
América
Latina
65%
Carga de trabajo excesiva, bajos
salarios, falta de recursos,
violencia escolar, inestabilidad
política y social
Agotamiento, burnout, depresión,
ansiedad, problemas de salud
física, absentismo, abandono de
la profesión
Nota. Elaboración propia.
La comparación entre Estado Unidos y España indica que tienen porcentajes similares de
docentes que reportan estrés alto (50% y 70%, respectivamente). Las causas del estrés también
son similares en ambos países, incluyendo la carga de trabajo excesiva, la falta de recursos y
las relaciones difíciles con estudiantes y padres. Sin embargo, existen algunas diferencias
importantes en cuanto a las consecuencias del estrés. En España, el estrés docente parece estar
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más asociado con el agotamiento y el burnout, mientras que en Estados Unidos parece estar
más asociado con la depresión y la ansiedad.
Finlandia es un caso atípico, ya que tiene el porcentaje más bajo de docentes que reportan estrés
alto (20%). Esto se debe en parte a que los docentes finlandeses tienen una mayor autonomía y
apoyo en su trabajo. Por otro lado, China tiene el porcentaje más alto de docentes que reportan
estrés alto (80%). Esto se debe a una serie de factores, incluyendo la carga de trabajo excesiva,
la presión para tener un alto rendimiento académico, las largas horas de trabajo y la falta de
apoyo.
Finalmente, la situación en América Latina es preocupante, ya que la región tiene la mayor
prevalencia de estrés docente (65%). Las causas del estrés son complejas y varían de un país a
otro, pero incluyen algunos de los factores mencionados anteriormente, como la carga de trabajo
excesiva, la falta de recursos, las bajas remuneraciones, la violencia escolar y la inestabilidad
política y social.
3. CONCLUSIONES
Reducir el estrés en los docentes es fundamental para mejorar la calidad de la educación.
Investigaciones han demostrado que un alto nivel de estrés en los profesores puede afectar
negativamente su desempeño en el aula, lo que a su vez impacta en el aprendizaje de los
estudiantes. Al disminuir el estrés, los docentes pueden enfocarse mejor en sus tareas y
proporcionar una enseñanza más efectiva y motivadora. Esto no solo beneficia a los estudiantes,
sino también a toda la comunidad educativa.
El estrés crónico en los docentes también tiene consecuencias para su salud física y
emocional. Estudios indican que los profesores con altos niveles de estrés tienen mayor riesgo
de padecer enfermedades como hipertensión, ansiedad y depresión. Al implementar estrategias
para reducir el estrés, se puede mejorar la salud general de los docentes, lo que les permite tener
una vida laboral más larga y satisfactoria. Además, un docente saludable es más capaz de
adaptarse a los cambios y enfrentar los desafíos del entorno educativo.
Una de las formas más efectivas de reducir el estrés docente es a través de la formación
y el apoyo institucional. Programas de desarrollo profesional que incluyan técnicas de manejo
del estrés, así como el fomento de un ambiente de trabajo colaborativo, pueden hacer una gran
diferencia. Cuando los docentes sienten que tienen las herramientas y el apoyo necesario, es
más probable que manejen mejor las situaciones estresantes y mantengan un equilibrio entre su
vida profesional y personal.
Finalmente, es crucial reconocer que el bienestar de los docentes tiene un efecto
multiplicador en la educación. Un docente que trabaja en un ambiente menos estresante es más
propenso a estar comprometido y motivado, lo que se traduce en una enseñanza de mayor
calidad. Esto crea un ciclo positivo donde tanto estudiantes como docentes se benefician
mutuamente. Por lo tanto, invertir en estrategias para reducir el estrés docente no solo es una
cuestión de salud, sino también una inversión en la calidad y el futuro de la educación.
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