Mayoagosto 2023
Vol. 2, No. 2, 13-23
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Revista Científica Multidisciplinaria Ogma / Mayoagosto 2023 / Vol. 2, No. 2, 13-23
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Cambio del modelo de gestión institucional desde la investigación
educativa
Change in the institutional management model based on educational research
Andino Jaramillo, Ramiro Andrés
1
https://orcid.org/0000-0001-8547-8780
raandinoj@gmail.com
Grupo Ogmios
Ecuador
Villegas Limaico, Silvia Maribel
2
https://orcid.org/0000-0002-9183-0506
silvyvilleg@yahoo.com
Grupo Ogmios
Ecuador
1
Autor de correspondencia.
Recibido: 2023-03-04 / Revisado: 2023-03-19 / Aceptado: 2023-03-26 / Publicado: 2023-05-30
Forma sugerida de citar: Andino Jaramillo, R. A., & Villegas Limaico, S. M. (2023). Cambio del modelo de gestión institucional desde
la investigación educativa. Revista Científica Multidisciplinaria Ogma, 2(2), 13-23. https://doi.org/10.69516/762kqa62
Resumen:
El ensayo se propone con la finalidad de realizar una
reflexión del desarrollo de la investigación educativa en
América Latina y su relación con la importancia de
cambiar el modelo de gestión de las instituciones
educativas desde la actuación de los docentes, ya que
estos son sujetos trascendentales para proponer
procesos de investigación que contribuyan al
desarrollo autónomo y colectivo en los centros
educativos. Desde esta perspectiva, se explica cómo
ha evolucionado la investigación con relación a la
problemática educativa latinoamericana, lo que
enfrenta un cambio de paradigma, de uno rígido y
controlado por los gobiernos a otro autónomo e
integrado. Este paradigma permite a las instituciones
educativas un desarrollo sostenible con base a ejes de
gestión en lo político-administrativo, pedagógico-
didáctico y comunicacional. Finalmente, este
manuscrito se concreta con la revisión de las
competencias docentes en la actualidad. Esto implica
una formación integral en conjunto con el desarrollo de
procesos investigativos-educativos dentro de las
instituciones para atender a las necesidades del
contexto escolar. Asimismo, significa una contribución
en la reflexión del sistema de educación
latinoamericano en el contexto socio-educativo.
Palabras clave: Educación, Investigación
pedagógica, Gestión educativa, Docencia.
Abstract:
This essay is proposed with the purpose of reflecting
on the development of educational research in Latin
America and its relation with the importance of
changing the management model of educational
institutions from the performance of teachers, since
they are transcendental subjects to propose research
processes that contribute to the autonomous and
collective development of educational centers. From
this perspective, it is explained how research has
evolved in relation to Latin American educational
problems, which faces a change of paradigm, from a
rigid one controlled by governments to an autonomous
and integrated one. This paradigm allows educational
institutions a sustainable development based on
management axes in the political-administrative,
pedagogical-didactic and communicational areas.
Finally, this manuscript is completed with a review of
current teaching competencies. This implies a
comprehensive training in conjunction with the
development of research-educational processes within
the institutions to meet the needs of the school context.
It also means a contribution to the reflection of the Latin
American education system in the socio-educational
context.
Keywords: Education, Educational research,
Educational management, Teaching profesión.
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1. INTRODUCCIÓN
La evolución de la ciencia y su relación con la educación ha tenido un desarrollo histórico
sinérgico que ha marcado diferentes momentos, en el que la humanidad se ha tenido que
modificar y producir nuevos conocimientos, sin embargo, esto se lo podría considerar desde la
generalidad, para lo cual, en específico es relevante situar las ideas hacia un elemento de análisis
que pueda explicar una realidad más cercada al contexto en el que se desarrollan los procesos
sociales (Rengifo-Castañeda, et al., 2018; Bone-Obando, et al., 2017).
Una revisión de la evolución de la investigación educativa en América Latina es una
particularidad relevante, siendo una cuestión de reconocimiento para situar las bases de las
instituciones educativas desde la realidad latinoamericana que se propone hacia el mundo. Este
desarrollo debe ser contado desde nuestros orígenes y sociedad, ya que es parcializado
considerar solo una realidad, una parte de la historia o simplemente depender de las influencias
de otras sociedades (Villalta, 2016).
Consecuentemente, el desarrollo de la investigación educativa permite reformular los
modelos de gestión en los centros de educación desde la actuación de los docentes, debido a
que son actores fundamentales en la construcción de buenas prácticas pedagógicas desde y
para el contexto escolar (Escribano, 2018). En este sentido, la reformulación de la educación
latinoamericana debe partir desde la investigación y la divulgación de conocimientos
pedagógicos que sean la base para la autonomía de las instituciones educativas.
Con base en lo explicado, la realidad de América Latina, tuvo un momento crítico en su
historia que marcó un antes y un después del Colonialismo. Con respecto al desarrollo histórico,
la región tuvo una expansión de las instituciones y sistemas de educación a finales del siglo XIX,
pero esto no implicaba un desarrollo investigativo, porque las pretensiones de los Estados era
formar ciudadanos y las actividades científicas eran mínimas y con gran influencia de las
tendencias de Europa y Estados Unidos (Tedesco, citado por Palamidessi, et al., 2014).
Durante la década de 1930, el estudio científico de la educación estuvo influenciado por
el positivismo y se orientó específicamente en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México el
estudio de la didáctica y psicología educativa, generando grandes debates sobre la incorporación
de la “escuela nueva” en los sistemas educativos. Por este antecedente, se fortaleció el desarrollo
científico y tecnológico a nivel de las universidades en carreras relacionadas a las ciencias
sociales para la generación de experiencias educativas propias de la realidad latinoamericana
(Palamidessi, et al., 2014).
A mitad de la década de 1950 y la cada de 1960 se trató de modernizar el sistema
educativo de los gobiernos latinoamericanos, por lo tanto, se crearon diferentes centros de
formación y organismos regionales para poder potencializar la educación universitaria. Esto sería
el primer esbozo de la vinculación formal entre las ciencias sociales y la educación, lo cual tuvo
que ver con las primeras experiencias de investigación empírica y planificación educativa a
escala nacional en los diferentes Estados (Palamidessi, et al., 2014).
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A lo largo del proceso de institucionalización de la investigación educativa y sus aportes
a la ciencia, tuvo un momento de cambio de la pedagogía a la economía, debido a que los
Estados comenzaron a utilizar las ciencias sociales como mecanismo para organizar la sociedad
y la educación fue analizada a partir de datos y estadísticas para determinar sus funciones
sociales. A pesar de esto, la investigación participativa tomó auge con los aportes de Paulo Freire
como mecanismo para liberar a los oprimidos. Esto pudo ser un elemento de cambio, pero se
produjo un estancamiento en América Latina por los constantes golpes de Estados, dictaduras
militares e inestabilidad política y económica. Esto dejó una gran brecha en los avances que
hasta ese entonces se habían estado dándose (Palamidessi, et al., 2014
Durante el periodo crítico de la década de 1980, en Latinoamérica el campo de la
investigación educativa estuvo influencia por la corriente de pensamiento marxista que se
caracterizó por cuestionar la objetividad del conocimiento científico. Se instauró un paradigma
socio-educativo que fue elaborado por el proyecto de “Desarrollo y educación en América Latina
y el Caribe” (DEALC) y que fue financiado por la “Comisión Económica para América Latina y el
Caribe” (CEPAL) entre 1975 y 1981 (Palamidessi, et al., 2014).
A partir de las nuevas políticas educativas y la investigación en esta área del conocimiento
se comenzaron diferentes colaboraciones entre organismos latinoamericanos e internacionales
como la UNESCO para continuar fortaleciendo la academia en la educación. Esto provocó que
se hagan cambios en los sistemas educativos, pero no fue similar en todos los países de la
región, ya que no todos los gobiernos tenían la capacidad económica y recursos humanos para
llevar a cabo investigación educativa (Palamidessi, et al., 2014).
Si se relaciona el progreso histórico paralelo entre la ciencia y la educación en
Latinoamérica se evidencia que el desarrollo de la investigación es una crisis que aún se
mantiene en la región, ya que los desafíos se orientan hacia la identidad propia, ya que existe
una fuerte influencia de las corrientes de pensamiento de Europa y Estados Unidos (considerado
“mundo anglosajón”). Por esta razón, Martínez (2009) explica que América Latina tiene un
horizonte complejo en cuanto a la investigación educativa debido a que la producción científica
no es la suficiente para la transformación de los sistemas educativos, los cuales requieren de
tiempo, espacio e identidad.
La perspectiva general hacia una realidad regional de América Latina, enfrenta el legado
histórico de los latinoamericanos que posiblemente enfrentan un estancamiento o dependencia
del conocimiento generado en el “mundo anglosajón”, sin embargo, la revisn diagnóstica de
forma concreta de la historia de la educación y academia en Latinoamérica es un momento de
reflexión y crítica que debe orientar los esfuerzos para generar una propuesta que fortalezca la
ciencia y producción de conocimiento desde la propia realidad de la región para el resto del
mundo.
En este sentido, el ensayo se plantea con el propósito de realizar una reflexión del
desarrollo de la investigación educativa en América Latina y su relación con la importancia de
cambiar el modelo de gestión de las instituciones educativas desde la actuación de los docentes
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que son sujetos trascendentales para proponer procesos de investigación que contribuyan al
desarrollo autónomo y colectivo en los centros educativos.
Como se lo ha explicado, el desarrollo de la investigación educativa en Latinoamérica ha
sido una cuestión surgida de los Estados, lo cual, no les da un rol claro a las instituciones
educativas con respecto a la autonomía. De este modo, se desnuda el problema de invertir el rol
del proceso de gestión educativa, lo cual implica tener una mayor participación de los centros
escolares mediante la investigación educativa para plantear soluciones a necesidades que son
propias del contexto de cada institución.
Por otro lado, queda también la necesidad de una actuación docente más frecuente por
medio de la investigación. De hecho, el conocimiento práctico que poseen los docentes en el
ejercicio profesional se acopla con procesos de investigación que pueden dar respuesta a
necesidades institucionales, pero también son importes para producir conocimiento que puede
llegar a ser buenas prácticas que se repliquen en otros centros escolar.
Finalmente, los argumentos expuestos convergen en la atención neurálgica del rol de la
investigación en los centros escolares, la actuación de los docentes como gestores del análisis
de la práctica educativa y la producción de conocimientos. A partir de ello, se producen varios
canales de colaboración que contribuyen a la revisión de políticas públicas en educación que son
planteadas desde los gobiernos de turno y que deben orientarse a formar con mayor calidad a
los ciudadanos.
2. DESARROLLO
Un cambio del modelo de gestión institucional para crear unidades educativas inteligentes
Los paradigmas educativos han evolucionado a través del tiempo, con una fuerte
influencia de las corrientes sociales y de la misma historia humana, lo cual no se aleja de la
realidad de América Latina. A pesar de los cambios en la forma enseñar y la forma de aprender
de los seres humanos, las instituciones educativas no han cambiado en gran proporción su
estructura de gestión interna institucional, y siempre se han basado en un sistema heterogéneo
de control de “arriba hacia abajo”; es decir, las instituciones educativas tienen un control externo,
en este caso del Estado, que determina cómo se debe institucionalizar la educación de un país.
Estas son organizadas, dirigidas y controladas por un sistema educativo que determina las
políticas, las prácticas pedagógicas y un currículo general unificado (Tapiero y García, 2008).
El cambio de la forma de institucionalizar a los centros educativos, se basa en un sistema
de creación y manejo organizacional de abajo hacia arriba; es decir, las propias instituciones
educativas tienen el control y la libertad para, de forma creativa, plantear políticas institucionales,
prácticas pedagógicas y un currículo basado en el modelo de desarrollo institucional integrado,
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que fomenta la investigación, la micro política escolar, la transformación del Proyecto Educativo
Institucional, en sí, la creación de un sistema social autónomo (Tapiero y García, 2008).
El planteamiento de un modelo de desarrollo institucional Integrado, permite que la
institución educativa se convierta en una organización “viva” e “inteligente”, debido a que su forma
de organización progresivamente tendrá la capacidad de aprender a aprender y desaprender;
esto con base en la integración de procesos de investigación. En síntesis, la institución educativa
tendrá la capacidad de establecer relaciones internas y con el entorno, tendrá la capacidad de
establecer diálogos de cómo mejorar la estructura organizativa, además tendrá la capacidad de
crear estructuras que produzcan equilibrio o desequilibrio en su organización interna (López y
Tapiero, 2005).
El cambio de la estructura organizacional en Latinoamérica, enfocado en la creación de
un sistema social para que se desarrollen las capacidades antes descritas, parece un proceso
complejo y, tal vez, imposible de realizar en los centros escolares. El manejo de las mismas es
de arriba hacia abajo, por lo tanto, el cambio de ese paradigma por uno que se enfoque de “abajo
hacia arriba” puede resultar un reto para los integrantes de cada organización, considerando a la
gestión educativa desde la complejidad y la necesidad de procesos de investigación (Chacón,
2014).
Con base en lo explicado, la construcción de un modelo de desarrollo institucional
integrado, requiere no solo el cambio del paradigma organizacional de las instituciones, sino que,
también está altamente influenciado por la capacidad de liderazgo y el empoderamiento del
personal directivo y los docentes que laboran en cada institución educativa. El factor humano es
fundamental para construcción de “instituciones educativas inteligentes”, porque permite
integración y configuración de ejes de gestión en lo político-administrativo, pedagógico-didáctico,
comunicacional (Garbanzo-Vargas, 2016).
El eje político administrativo, implica que los docentes y directivos alcancen la eficiencia
de las funciones académicas-administrativas, es decir crear una micro política escolar que
permita la evaluación del desarrollo pedagógico y curricular de la institución. El eje pedagógico-
didáctico, se centra exclusivamente en el profesorado, porque plantea la construcción
cooperativa de un currículo con base a la investigación para dinamizar el proceso de enseñanza
y aprendizaje, el trabajo colegiado de los profesores y la autorregulación curricular. Finalmente,
el eje comunicacional está representado por la comunicación reflectiva, que implica la
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autorregulación institucional, la configuración de proyectos educativos y la creación de espacios
para la socialización pública de la comunidad (Tapiero y García, 2008).
La reestructuración de la gestión institucional permite la construcción del futuro
institucional, con la capacidad de entender la complejidad de las interrelaciones pedagógicas,
curriculares, didácticas, evaluativas y administrativas, que concrete una gestión escolar
automatizada, que permita la comunicación reflectiva, la discusión, el debate y la propuesta de
alternativas de mejora, y finalmente que se convierta en un espacio y ambiente propicio para el
redescubrimiento y mejora de la realidad individual y colectiva (Garbanzo-Vargas, 2016).
Actuación del docente y su relación con la investigación
La formación del ser humano es un proceso inacabado que requiere de constante
perfeccionamiento, debido a que el progreso de la sociedad, incluye una serie de nuevas
demandas que deben ser adoptadas por las personas con el fin de lograr un mejor desempeño
en las actividades que se realizan cotidianamente. En este sentido, se valoriza la importancia de
la profesionalización y capacitación como parte de la educación continua de un ser humano para
desarrollar competencias y mejorar la calidad de su vida.
Con respecto a lo mencionado, la capacitación o formación continua es fundamental para
los profesionales, sobre la base de que los docentes tienen que atender a la diversidad de
estudiantes dentro de las aulas de clases. En este caso, se requiere de un compromiso entre el
quehacer docente, la formación continua y la valorización de la carrera docente como elementos
de transformación en el contexto educativo. Por lo tanto, es indispensable que los docentes; con
base en la investigación y perfeccionamiento profesional, adquieran competencias que se
adapten a las necesidades del contexto laboral en el que se desenvuelven (Herrera, et al., 2018).
Otro elemento relevante en cuanto a la profesionalización docente se basa en reconocer
los elementos característicos de la profesión y ámbito laboral en el que se desarrolla, caso
contrario se puede cometer errores que son producto de la falta de formación e incluso de la
necesidad de desarrollar competencias optimas que permitan resolver problemas en las
diferentes situaciones del quehacer educativo.
En diferentes contextos escolares existen falencias en la formación de profesionales de
la educación y sobre todo aquellos que están en zonas vulnerables como es el caso de
instituciones educativas rurales a las que asisten estudiantes indígenas y de diferentes contextos
sociales y familiares. Esto provoca que el proceso educativo no sea adecuado y, en suma, se
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acopla el desconocimiento del modelo de educación en conjunto con la falta de investigación
educativa (Ortiz, et al., 2017).
La importancia que recae en el reconocimiento en la actuación del docente y sus
actividades dentro de las aulas de clases, debe ser soportado por la investigación, ya que el
proceso educativo es lógico, diverso, académico e inclusivo. Esto implica que se deban
sistematizar las experiencias de aprendizaje, logrando la significación de los conocimientos y
competencias que se desarrollan a lo largo de la vida de las personas. No está demás considerar
que se requiere revisar la formación inicial que reciben los profesores, ya que pueden estarse
cometiendo errores de fondo que en el campo laboral (Herrera, et al., 2018; Ortiz, et al., 2017)
Como se lo ha venido mencionando, la formación del docente y la investigación se
relaciona de forma sinérgica, por esta razón, se debe analizar aquello que lo desarrolla o lo que
lo coarta. Al concentrar la atención a las demandas sociales; Torres, et al. (2014) explican que
las competencias docentes son una demanda de la sociedad del conocimiento y la información.
Por lo tanto, se han modifica las concepciones previas sobre el quehacer docente, además estos
autores consideran que las competencias de saber específico del docente se concretizan de la
siguiente manera:
a. Permiten desarrollar los conocimientos, habilidades y actitudes para que el alumno se
desempeñe en los diferentes ámbitos de la vida social.
b. Constituyen un factor clave para formar a ciudadanos capaces de convivir en
sociedades marcadas por la diversidad y prepararlos para la integración y la solidaridad.
c. Son los actores principales en el proceso de mejoramiento de la calidad educativa que
promueve el desarrollo de los valores y actitudes que constituyen el saber, el saber hacer
y el saber ser.
d. Representan un elemento del proceso de aprendizaje que responde a los
requerimientos del proceso productivo, a las formas de organización laboral, a las nuevas
tecnologías de la información y a la actualización permanente e innovadora de toda
profesión. (p.130)
En lo que respecta a la formalización de las competencias del docente; Torres, et al.
(2014) en conjunto con Villaroel y Bruna (2017) sostienen que profesionalmente se deben
considerar dos ejes, que son: Innovación científica y tecnológica y acciones transformadoras de
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la realidad. Por esta razón el docente competente tendrá la capacidad de diseñar, ejecutar,
evaluar y proponer en el proceso de enseñanza y aprendizaje, dejando de lado la postura
reproductiva de procesos y logro sosegado de conocimientos para pasar a la movilización de
saberes, toma de decisiones y la racionalidad crítica de los fenómenos de la realidad con base
en la investigación.
Consecuentemente, la actuación del docente y la investigación son en la actualidad roles
que no se pueden separar, ya que por un lado son requerimientos sociales, pero también una
responsabilidad personal sobre los propósitos de aportar al desarrollo de la sociedad. La
formación profesional va más allá de saberes conceptuales, sino que se pueden traducir en
saberes procedimentales y actitudinales para una buena actuación en un determinado contexto
social.
Es relevante que se movilicen y correlacionen las competencias profesionales y las competencias
en investigación en la labor docente, para esto, Rivas (2011) sostiene que el modelo de formación
de un investigador debe considerar las siguientes capacidades indispensablemente:
Platear un problema, Elaborar un marco contextual, revisar el estado del arte, crear y
validar un instrumento de recogida de recolección de datos, construir y validar modelos,
dominar técnicas de análisis de datos, dominar el estilo de redacción científica, presentar
trabajos de investigación en congresos y dominar idiomas y conocimientos de arte y
cultura universal. (p.39)
A partir de lo expuesto, el docente debe desarrollar tanto competencias profesionales
como de investigación para poder efectuar un quehacer pedagógico adecuado a la realidad del
contexto educativo, pero también que surja de la reflexión teórica-práctica, producto de procesos
de investigación para atender las necesidades de los estudiantes, la institución, de los docentes
y, en general, de la comunidad educativa. Esto con la finalidad de lograr una transformación
genuina a partir de buenas prácticas pedagógicas, metodológicas, de gestión y desarrollo de
procesos de enseñanza y aprendizaje.
En definitiva, el compromiso de los docentes en conjunto con la gestión de las
instituciones educativa debe estar centrando en la reflexión, la mejora de procesos, la solución a
problemas de contexto escolar. Esto requiere de la acción participativa de la comunidad
educativa, orientada por procesos de investigación organizados por los docentes para actuar
ante las necesidades que se observan en la realidad educativa.
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3. CONCLUSIONES
El desarrollo histórico de la investigación educativa en América Latina todavía plantea
desafíos a los gobiernos, sistemas educativos, instituciones educativas y los docentes, debido a
que se requiere de procesos de investigación que se encaminen a producir conocimiento
científico y aporte al desarrollo administrativo, pedagógico y comunicacional desde las propias
instituciones. Esto implica una construcción participativa de autonomía institucional para darle
una característica propia a la educación en Latinoamérica, mediante un constructo teórico y
práctico.
La formación profesional del docente en conjunto con la actuación laboral, la reflexión
crítica y la investigación son ámbitos necesarios a desarrollar continuamente, no solo por las
demandas sociales, sino por la intención de mejorar la calidad de la vida de las personas con
base en la educación y, en general, desarrollar de forma conjunta la sociedad latinoamericana.
Si bien puede ser complejo el proceso de formación por competencias en los centros escolares,
es evidente que se ha vuelto necesario su análisis en los sistemas educativos.
En general, la sociedad de América Latina requiere de personas competentes en el área
de la educación, por esta razón, la actuación de cada docente debe ser propositiva y académica,
dejando de lado, posturas reproductivas o punitivas que solo implican un retroceso social para
nuestra región. De este modo, la investigación y la docencia innovadora se complementan de
forma adecuada para desarrollar procesos educativos orientados a competencias profesionales
y procesos de gestión inteligente de centros escolares, para lograr que los estudiantes sean
sujetos autónomos, transformadores, creativos, racionales, propositivos, axiológicos, éticos y
conscientes.
Definitivamente, el cambio en los modelos de gestión de las instituciones educativas
desde la actuación de los docentes para adquirir mayor autonomía r inteligencia institucional son
elementos trascendentales que se ajustan al desarrollo de la investigación educativa en
Latinoamérica. Consecuentemente, concebir el desarrollo histórico de nuestra región en conjunto
con paradigmas de gestión inteligente de los centros escolares, es un aporte al progreso de los
ciudadanos. Además, es troncal proponer al mundo un constructo científico-educativo que
sostenga las bases para una educación latinoamericana transformadora, académica, innovadora
y culturalmente propositiva, mediante ejes troncales como son: político-administrativo,
pedagógico-didáctico, comunicacional.
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