1. INTRODUCCIÓN
El desarrollo del lenguaje y la comunicación oral en la Educación inicial es un pilar
fundamental para el aprendizaje integral, porque permite a los niños expresar sus ideas,
sentimientos, regular conductas y participar activamente con los demás (Suárez et al., 2025). Sin
embargo, en este nivel educativo aún existen limitaciones, dado que muchos docentes carecen
de estrategias adecuadas para potenciar de manera efectiva estas habilidades en sus
estudiantes, lo que genera retrasos o dificultades en la expresión oral (Pinargote, 2022). En este
sentido, el papel del docente es importante, ya que son ellos quienes, a través de estrategias
didácticas como cuentos, juegos, canciones, trabalenguas o títeres, pueden crear un ambiente
dinámico que favorezcan la comunicación oral y el lenguaje en la primera infancia (Rivera, 2021).
Desde la mirada del docente, el desarrollo del lenguaje y la comunicación verbal en la
Educación Inicial se entiende como un proceso de avance en el uso y dominio de la lengua. Este
progreso no ocurre de manera espontánea, sino que requiere una orientación pedagógica
intencionada, acompañada de sensibilidad lingüística y estrategias recreativas que favorezcan el
aprendizaje. Según Paredes et al. (2025) los docentes reconocen que “el lenguaje es el principal
medio a través del cual los niños expresan y construyen su pensamiento” (p.325). Por ello,
planifican actividades que estimulan diferentes aspectos del habla, como la pronunciación, el
significado y el uso adecuado en distintos contextos. Estas experiencias suelen incluir juegos
simbólicos, narraciones, diálogos y otras dinámicas que formentan la interacción significativa
entre los niños. El juego, además ocupa un lugar importante dentro del currículo, ya que se
considera que es el niño quien, a través de él, guía su propio proceso de aprendizaje. De esta
manera, el juego no se concibe solo como diversión, sino como una forma organizada y
estructurada que impulsa el desarrollo continuo del lenguaje (Loor, 2022).
Diversas investigaciones han demostrado que la forma en que los docentes interactúan
con los niños influye directamente en el desarrollo del lenguaje y las habilidades comunicativas
duran la Educación Inicial, a nivel internacional, se ha identificado que la calidad de la relación
maestro y alumno, junto con el apoyo pedagógico brindado, contribuye significativamente al
fortalecimiento del vocabulario y la comprensión verbal en los primeros años escolare (Yang et
al., 2021). De igual manera, investigaciones recientes señalan que a través de actividades
creativas se logra promover una comunicación más natural y ordenada, lo que mejora la
expresion oral y la capacidad de los niños para organizar sus ideal al hablar(Xiao et al., 2025) En
el contexto Ecuatoriano, Larco (2023) expone que una parte considerable de los estudiantes
presentan dificultades en el desarrollo del lenguaje, lo que resalta la necesidad de reforzar la
formación docente y promover estrategias pedagógicas orientadas al estímulo de la
comunicación oral desde los primeros años de escolaridad.
A pesar de los hallazgos que destacan la importancia del entorno sociocultural, la
interacción social y la afectividad en el desarrollo del lenguaje en la primera infancia, persiste una
brecha de conocimientos respecto a la perspectiva de los docentes en este proceso. Para los
autores como (Bejar et al., 2025) enfatizan los factores familiares, biológicos y sociales, pero
aborda de manera limitada cómob los educadores comprenden, aplican y enfrentan los desafíos
pedagógicos en el aula de Educación Inicial, La ausencia de estudios centrados en la voz docente